Los momentos de grandes cambios, como el de ahora, presentan oportunidades enormes para las startups – pero también grandes riesgos -.
Algunos expertos en economía afirman ya, que nos encontramos frente a la mayor crisis económica desde del 2008. El impacto en los negocios del COVID-19 es innegable, y no únicamente en los procesos de venta y contratación, sino también en regulaciones estatales, y el contexto cambiante en el cual las startups y otros emprendedores deben operar a partir de ahora.
Este contexto presenta tanto inmensas oportunidades para las compañías que puedan responder a las necesidades aparecidas en estos recientes eventos, pero también riesgos que pueden incluso terminar con ellas.
¿Están las startups reguladas?
Obviamente.
En sus inicios, la mayoría de startups prestan poca atención a la regulación, ya que muchas de ellas operan en sectores donde la intervención del gobierno es limitada.
La excepción existe, claro. Existen startups que operan en sectores altamente relacionados con la administración – sectores sanitarios, servicios financieros, telecomunicaciones, o aseguradoras -, así pues, ya están acostumbradas a aplicar regulaciones y cambios en su funcionamiento.
Para las empresas que han nacido en la última década, los eventos recientes pueden presentarse como un momento crucial. Así pues, muchas, ya estaban preparadas para cambios radicales como estos, y otras muchas han sabido adaptarse a la regulación con total normalidad.
En todas las fases de crecimiento de las compañías y startups – sean del sector que sean -, existen regulaciones que transforman el contexto en el cual operamos. Regulaciones sobre cómo tratamos a nuestros empleados, cómo utilizamos nuestros medios de comunicación, qué uso damos a las materias primas y nuestro impacto medioambiental… Y ahora, nuevas regulaciones que transforman todo nuestro proceso de venta y servicios.
En estos tiempos, como pasa en todas las crisis y momentos extraordinarios, vamos a tener ganadores y perdedores.
Entonces, ¿qué podemos esperar?
En tiempos de crisis, es común que el gobierno se involucre más en mercados históricamente ignorados. Los aspectos financieros de la crisis del COVID-19, han provocado que los gobiernos, tanto estatales como locales, hayan creado nuevos programas y reconsiderado la eficacia de las regulaciones existentes.
Aunque, los asuntos de regulación forman parte de la sección superior del diagrama de la compañía, estos asuntos son ahora problemas de todos los trabajadores.
Un aspecto complicado actualmente es que no sabemos exactamente qué va a cambiar a partir de ahora, o que va a ocurrir. Si quieres despejar estas cuestiones, te proponemos 4 puntos clave para reflexionar sobre el impacto de esta crisis en tu negocio:
– Acceso a subvenciones y ayudas:
Existen algunos programas de ayudas emitidos por la administración y/o los bancos. Estas ayudas, pueden suponer un gran alivio para algunas empresas en estos momentos, aunque pueden ser una arma de doble filo. Recomendamos que pienses detenidamente, y si es necesario te dejes asesorar por un experto, para determinar si tu startup debería aplicar por estos programas de subvenciones. Recuerda que no es “dinero gratis”.
– Regulación laboral y relaciones con nuestros empleados
Todos los trabajadores se encuentran en un punto de incerteza ahora mismo. Es crucial que la comunicación interna se mantenga clara, cercana y constante, para tener a nuestros trabajadores informados y con la máxima tranquilidad posible frente a los eventos que están porvenir.
Cuando las startups y empresas vuelvan a sus oficinas, será decisivo demostrar nuestro deber hacia los trabajadores. Está claro que las especificaciones varían de startup en startup, dependiendo de su sector de actuación, de su localización geográfica, de sus oficinas… Pero continúa siendo crucial tener en cuenta el lado humano de nuestra empresa.
– Cadena de suministro
Uno de los impactos inmediatos del COVID-19 ha sido en las cadenas de suministros de las compañías. Así pues, esas que producen productos y mercancías que provienen de sectores afectados negativamente por la crisis, se han visto obligados a reorganizar su fuente de suministros.
Además, también se han visto en una situación excepcional, los negocios que se dedican a suministrar productos y/o servicios con alta demanda en estos momentos. Como por ejemplo, empresas dedicadas a la desinfección de espacios o a la producción de material sanitario.
Ya que no sabemos cuando podremos volver a la normalidad, una actitud proactiva y autocrítica frente a cómo superar los obstáculos de nuestra cadena de suministros, es vital.
– Regulaciones específicas a cada sector
Más allá de las regulaciones que afectan a todos los negocios, existen también una gran cantidad de normas y leyes que son aplicables a solo unos sectores específicos.
Por ejemplo, el distanciamiento social afecta al sector terciario y al que opera de cara al público. Así pues, la convivencia del funcionamiento habitual de los pequeños negocios y el distanciamiento social, ha provocado una situación complicada e incluso inviable para algunos.
Uno puede esperar que estas contradicciones lleven a una modificación de las regulaciones. El punto clave es, determinar si existen formas en las cuales tu compañía puede ajustar sus operaciones y prácticas a las demandas presentes. Así pues, no dudes en inspirarte en empresas de tu mismo sector o ideas de tus trabajadores. Si existe un tiempo para ser creativos, es ahora.