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Como las empresas tendrán que adaptarse a la nueva normalidad

 

El mercado está cayendo en picado. Hay empresas que están entrando en fallida cada día. Pero no solamente aquellos negocios vinculados al turismo o a la venta física, sino que también están cayendo negocios que no tendrían que verse afectados por esta desacceleración.

¿Por qué están cayendo estas empresas? ¿Cuál es la causa de la pérdida tan rápida de puestos de trabajo?

Creación de estructuras demasiado amplias

Uno de los errores de muchos empresarios es medir el volumen de su negocio a partir de su estructura física y su número de empleados. Seguro que alguna vez habrás oído la frase “Nosotros somos 165 personas ahora”. “Acabamos de contratas a otras 20 personas”.

Anteriormente las empresas se solían medir a partir de métricas como ventas y ganancias, pero la tendencia de los últimos años era evaluarlas a partir del tamaño de su equipo.

Este error ha llevado a la creación de empresas con estructuras sobrecargadas y con un nivel de deuda muy elevado. Algunas empresas en vez de crecer a partir de la optimización de sistemas y operaciones, han decidido aumentar su volumen a partir de la contratación de más gente y de la ampliación de su estructura.

Este tipo de crecimiento lleva a las compañías a igualar la capacidad de efectivo de la empresa al pago de las nóminas de sus empleados. Este ciclo continúa hasta que hay una desaceleración del mercado.

De repente, la facturación baja 1/3 y para poder compensar esta perdida se tiene que dejar fuera a 1/3 del equipo de la empresa. El problema reside en que las empresas no tienen suficiente flujo de caja para despedir a los empleados con una desaceleración de 3 meses, ya que el efectivo que se utiliza para pagar a los empleados cada mes fluye a partir de un parámetro:

La deuda

Los negocios han estado nutriéndose de una gran cantidad de deuda durante la última década. Para saber la situación real de una empresa, mira su balance de pérdidas y ganancias y verás rápidamente que muchas empresas basan su estructura en la creación de grandes cantidades de deuda, este tipo de compañías, en recesiones como la que estamos viviendo ahor,a están destinadas a la fallida.

Un ejemplo de este error son muchos hoteles o restaurantes que no pueden soportar la deuda de sus propiedades, y solo han estado cerrados durante unas semanas.

El crecimiento por encima de todo

Actualmente, el buen rendimiento de un negocio se mide por su crecimiento anual, a más crecimiento, más valor. Este hecho se debe en gran parte a que las grandes corporaciones tienen que dar razones a los inversores para que las coticen de forma más elevada, y así conseguir que sus acciones aumenten de valor.

Esta presión externa hace que las grandes empresas cada vez quieran crecer más y de forma más rápida, ya no se conforman con crecer un 3% anual, sino que buscan tasas de más del 10%. Pero ¿es sostenible un crecimiento a este ritmo?

El crecimiento es un factor importante para cualquier negocio, pero la expectativa de que una empresa de un valor multi millonario crezca cada año más de un 10% es una locura.

Reiniciarlo todo

Durante esta recesión se ha visto la importancia real de las prioridades. La comida, el agua y el papel higiénico han sido más valorados que nunca.

El dinero que normalmente las familias gastaban en comer fuera, vacaciones o comprar caprichos, se ha visto todo volcado en la compra de productos básicos.

Las compañías enfocadas a la venta de productos esenciales, a veces poco valoradas por los mercados de inversiones, son las que realmente han demostrado su estabilidad y fuerza delante de las recesiones.

Muchas empresas no superaran el corte

Habrá muchas empresas que no superaran esta transición. Se trata de un ciclo natural dentro del mundo de los negocios, solo las empresas más consolidadas conseguirán salir adelante y algunas, más fuertes que nunca.

Una vez pasada esta situación muchas empresas van a pedir rescates para seguir adelante, y es en este momento donde se tendrá que decidir cuáles son merecidamente rescatadas y cuáles no.

Si un negocio ha estado soportando demasiada deuda, es importante no rescatarlo. Este tipo de rescates comportarían un muy mal precedente para un futuro, ya que se normalizaría entre las empresas la idea de que acumular deuda es un riesgo que se puede asumir.

La venta online se convierte en el único canal de venta

Actualmente, la demanda de productos a través de los ecommerce ha crecido exponencialmente. Y esta tendencia ha llegado para quedarse, porque una vez te acostumbras a la comodidad de poder comprar desde tu casa, y que te llegue el producto directamente a la puerta sin tener que hacer más esfuerzo que introducir tu tarjeta de crédito, es difícil volver atrás.

Cualquier tienda física que quiera asegurar la continuidad de su negocio a medio-largo plazo tendrá que adaptarse a la venta online.

La publicidad después del reinicio

 La publicidad online va a crecer más que nunca. La saturación de publicidad por plataformas como Google y Facebook va a generar un incremento del precio de este tipo de promoción. Internet ya no será una forma “barata” de anunciarse, sino que cada vez se tendrá que ir a un nicho más personalizado.

Aprender a vender online

Hasta ahora, muchas personas pensaban que con estrategias de ventas sencillas online podían llegar a generar mucho dinero con relativamente poca inversión.

La creciente competencia dentro del mundo online obligará a reinventar el marketing online. Se diferenciarán aquellos que realmente entiendan las características e intereses de sus compradores y sepan crear la estrategia adecuada para llegar a ellos.

Los funnels de ventas tendrán que ser más complejos y enfocados a segmentos muy específicos, con estrategias diversas que ayuden a saltarse las barreras de palabras claves con precios muy elevados.